El tipo de conexión de un disco duro es clave para evitar los fatídicos cuellos de botella. Así que debemos tener en cuenta que el disco al menos tenga conexión USB 3.0. Por lo general con esto será suficiente para evitar cuellos de botella. Pero mejor aún si es compatible con cables USB-C 3.1, un tipo de conexión que no está disponible en todas las computadoras. Este tipo de conexión untrarrápida suele estar reservada para los discos duros externos SSD. También podemos contemplar la opción, sobre todo si usamos una Mac, de comprar una con conexión Thunderbolt. Aunque esto encarece el precio del disco.