Es sorprendente que la alimentación agrícola del mundo sea milenaria y siga vigente en pleno siglo XXI como sustento básico como la mayoría de la población del mundo (sea cual sea su alimentación básica). Su explotación agrícola y control se pueden llevar hoy día a día mediante la tecnología que nos ofrecen las aplicaciones, tal es el caso de Agroptima, una app muy económica con precio anual y que la puedes probar hasta por 15 días, para que te des cuenta la gran ayuda que le puede dar a tu campo y su producción. Así la producción además de estar controlada desde cualquier sitio crecerá tanto en la producción como económicamente. Algunos de los productos que han aprovechado la app, son el maíz, que tienen aproximadamente 8 mil años de haberse domesticado, así como el frijol que tiene cinco mil años de antiguedad.
La persistencia de una dieta sólo se explica por sus beneficios y es elemental que nunca se deje de producir: el maíz es un cereal que aporta carbohidratos, es decir las calorías, la energía y tiene proteínas pero de baja asimilación por el cuerpo humano; el frijol es una leguminosa con mayor cantidad de proteínas y sus aminoácidos son de una mejor absorción por el hombre finalmente. Aunque no conociéramos al cien por ciento las particularidades nutricionales de los productos que cultivamos, la sola presencia histórica de estos en cualquier territorio, con su desarrollo tecnologíco, científico y artístico, ya sería una prueba elocuente de la calidad de la alimentación básica y la necesidad de recurrir a la tecnología actual para aumentar su producción a nivel local y mundial.
Así la naturaleza seguirá dando sus frutos y nuestras cocineras seguirán en plena vigencia y actividad, para tener inscrita cada una de las cocinas del mundo como patrimonio cultural en la UNESCO. Conservar vivos los productos agrícolas es tarea de todos y en este momento de la tecnología.
